r Izabel Carvalho
Mientras los cuatro chicos de Restart no entraban al escenario, la banda Caravana del Delirio intentaba hacer su show, pero, en medio a tantos gritos por el Restart,
era difícil conseguir terminar una música. Con el público impaciente, la banda también se impacientó y el vocalista preguntó si ellos ya se habian masturbado.La reacción fue inmediata: indignados con la pregunta, niños y adolescente comenzaron a lanzar latas de refrigerantes y botellas de agua mineral contra la banda.
Cerca de la entrada del camarim del Restart, un movimiento intenso llamaba la atención. El guarda jurado informó que los fans estaban desesperados por la pulseiriña azul, acessório que daba pasaje al camarim.
Calzas, camisas, tenis y hasta óculos, todo muy coloreado. El Restart, grupo que bautizó estilo happy rock y cuyo figurín fue completamente adoptado por sus fans, con acessórios que van de la cabeza a los pies, hizo la fiesta de los teens recifenses, en la noche del último sábado (14), con show en el Chevrollet Hall.
El reportaje de la pe360grados aprovechó para dar una vuelta y observar el estilo de la garotada. Las calzas y los tenis coloreados – a veces hasta con un pie de cada color – estaban en todos los lugares, sin olvidar los óculos coloreados también. ES hecho: la Restartmania llegó para quedar, por lo menos para esa generación.
Cerca de la entrada del camarim Restart, un movimiento intenso llamaba la atención. El guarda jurado informó que los fans estaban desesperados por la pulserita azul,
acessório que daba pasaje al camarim. Quién conseguía entrar allá falda a los llantos: Renato Alves, 13 años, fue uno de los afortunados que consiguió quedar bien de cerca de los ídolos. Mariana (foto 3), 12 años, lloraba por no haber conseguido tal hazaña.
El tiempo se pasaba y el público quedaba cada vez más ansioso. Pero, a la 19h45, Pe Lanza, Pe Lu, Koba y Thominhas entraron finalmente en el escenario. Hubo quien llevara un banquito para poder ver mejor a la banda.
Restart comenzó a cantar en medio a gritos, llantos y desmallos . Muchos padres, tíos y padrinos que estaban allí con sus hijos, sobrinos ciertamente deben haber pensado que las generaciones cambian, pero el efecto que esos grupos ejercen entre sus fans son semejantes –
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